cantos de la misa

Hola amigos, he creado este blog con la finalidad de ayudar en la preparación de la misa por medio del canto litúrgico. como se darán cuan...

jueves, 6 de abril de 2017



CHILPANCINGO GUERRERO 2017

Salmo 21 DOMINGO DE RAMOS
Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?

CAPO 1ER TRASTE. TONALIDAD EN A MAYOR (LA MAYOR)


            A             F#m
Dios mío, Dios mío
         D            E                F#M
¿por qué me has abandonado?


    A                                                  F#m
1. Todos los que me ven de mí se burlan;
D                             Bm
me hacen gestos y dicen:
A                                                           C#m (o puede ser F#m)    
"Confiaba en el Señor, pues que Él lo salve;
D                                         C#
si de veras lo ama, que lo libre.

2. Los malvados me cercan por doquiera
como rabiosos perros.
Mis manos y mis pies han taladrado
y se pueden contar todos mis huesos.

3. Reparten entre sí mis vestiduras
y se juegan mi túnica a los dados.
Señor, auxilio mío, ven y ayúdame,
no te quedes de mí tan alejado.

4. Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea de alabaré.
Fieles del Señor, alábenlo;
glorifícalo, linaje de Jacob; témelo, estirpe de Israel.



lunes, 3 de abril de 2017

tutienes se~or palabra de vida eterna. Hno roberto

Ant. : Tú tienes, Señor, Palabras de Vida Eterna.

D                      G        D              Em       A    D
Tú tienes, Señor, Palabras de Vida Eter- na.
    D                                                      Bm
1*La ley del Señor es perfecta del todo
G                         A
y reconforta el alma;
D                                                           Bm
inmutables son las palabras del Señor
Em          A                  D
y hacen sabio al sencillo.

2. En los mandamientos del Señor hay rectitud
y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor
para alumbrar el camino.

3. La voluntad de Dios es santa
y para siempre estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

4. Que sean gratas las palabras de mi boca
y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque,
pues eres mi refugio y salvación.